jueves, 29 de julio de 2010

Espejismo

De frente no somos tan iguales
-aunque en realidad somos espejo y tú-
cuando medimos la misma boca, el mismo
cabello, la misma sonrisa, el hambre...
Las paradas de autobuses son orgías
en decadencia que han de acostumbrarse
a las miradas furtivas y a los deseos
de poseer sin brazos y sin miedo.
Tú te arrimas al precipicio
para buscarme la similitud
en un verso o en un beso
que ha de agrandarte
las articulaciones.
En realidad no he sido tu amante
y el autobús sigue parado.

viernes, 23 de julio de 2010

Máscara

Si de nuevo volvieras, yo podría besarte
los nísperos -patio mío de patinete
y cantillo-. Tendríamos los mofletes
tiznados de tanta hambre y la sed
más fría que de costumbre. Porque
de costumbre también viven los árboles
y los columpios que penden de un hilo
y dos ramas. Yo entonces no hubiera
tenido la frente abierta ni los ojos "pupilantes"
al acecho de mi hipo, mi coco, mi nana.
Recortaría las horas con el sudor
de mi frente y mis planetas recorrerían
las manos en busca de pan y chocolate.
Si tú fueras señora de embozo,
y con la capa me deshojaras el limbo,
vendría besado y mimado con el pulso
de la palabra: máscara-mascará.

jueves, 15 de julio de 2010

La soledad tiene cara de omoplato

Rúbricas han de salvarte la vida,
tejidas y arañadas bajo el lecho de sol
de la almohada. Llevarán mi nombre tus sesos
cuando precises comerte hasta la última migaja
de esto que nos ofrecemos. Amor al fin,
debe de ser, porque no conozco mayor acierto
que tu vientre moreno acariciándome la nuez
y la fuerza con que destrozas mis lágrimas
en un cerrar de ojos perpetuo.
La mañana cae siempre que tú no estás
y yo rompo las cruces y sacrifico mi aliento
para no tener nada mío y ser sólo tuyo.
A veces los relojes quedan horas chirriando
mientras el vecino de enfrente se entrega
al desamor con papeles de tinta roja
que han de lamer los gatos en un rincón.
La soledad tiene cara de omoplato.