jueves, 31 de mayo de 2012

Entierro

Te puse sobre mis ojos el entierro
de aquel mes de diciembre para que
entre cuerpo y ceniza no hubiera
más lamentos ni más excusas.
Juro que no pensé en un beso de más,
en una alhaja, en un vamos a escondernos;
no son esa clase de mentiras
las que tú mereces.
Si a cambio del dolor alguien
viniera rogándome con las dos manos
- anaranjado por la confusión
que me produce volver a empezar -
estaría de nuevo vivo y muerto
creyendo en un solo Dios,
aferrado a la mísera pamplina
de una de esas caricias
a las que llamar desamor, hueco,
sombra, esqueleto o huerta.
Si quieres venir, hazlo con la luna
envuelta en sábanas negras
y dale calor a este jacinto débil
que se ahoga esperando, esperando,
esperando, esperando, esperando...
Que también los que no lloraron
tuvieron un mar cosido al silencio.


jueves, 24 de mayo de 2012

Vosotros sois, simplemente, espinas

Vosotros sois,
simplemente,
espinas.
Venís para marcharos cuando
el miedo os ha puesto una mano
en la cabeza, hacéis ruido,
pedís, solicitáis quedaros,
formar parte de la cama,
del sonido, del silencio, del humo,
de la noche, del día, del mediodía...
Me obligáis a dar, a recibir, a soñar,
a cambiar, a imaginar, a pensar
en que todo lo que me queréis
es porque no sabéis
querer a quien soy.
Os armáis de valor para gritarme
y para coserme los labios
con palabras atroces, inofensivas,
tanto como la pólvora que las corroe,
tanto como la ira que las retuerce
en un demente avispero.
Vosotros sois
más que injustos,
hartos de patalear
estáis rondando la mentira
que poner en mi frase,
llenar, al fin, el tiempo de errores
y horrores con los que enmendar
vuestras deficiencias
y amar el ayer o los ayeres
porque plurarizáis el hambre,
el dolor y el engaño.
Vosotros sois espinas
y nada más.
No sabéis jamás
florecer la rosa.

martes, 22 de mayo de 2012

Canción marinera

* Para EVJ que alguna vez supo...

El alacrán de la noche se ha llevado
tus manitas con la espesa capa
que cubre su desvelo.
Bajo un soplo de tu beso a mi beso
se acunan las horas del incierto
y los días se apegan como plagas
al mar que los ve atardecer.
En tu salina se abre un chorro de luz
descendiendo en clave de sol
hasta mis muslos y a ratos
muerdo el azufre de la espera
y a tientas busco el ancla de tu brazo.
Quiero abrir el cielo con este grito
azul que envuelve mi casa
aguardando como un espantapájaros
tus vértebras, el calor de tu sangre,
la savia de tus ijares,
el vértice de tus escamas...
Has venido a placer a mi puerta
y entre verso y entre sal
he muerto para enterrarme
a la sombra de tu estatua.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Vuelta


Llegas con la maleta deshecha
y cuentas lentamente los minutos
en que fuiste feliz, pocos o muchos
no importa. En tus ojos caen cielos
como caen mentiras y aguantas
el dolor de la burla repentina,
el error de confundir sílabas tal vez
te impresiona más que a mí
aunque siga soñando que el viaje
nos quedó corto y que las vueltas
son sólo rutinas vacías de palabra.
Desordenas acontecimientos y
juegas con el sueño de sentirme
nada más que hombre al que le gusta
mirar por la ventana, desencajarme
al escuchar música nostálgica,
agradecer tus gestos de bondad
como si nada fuese a suceder
nunca
y como si nada fuese a cambiar
jamás.
Tiemblas para refugiarte del amor
y te vas a la cama con la seguridad
de que mis manos y tus oídos
son el único desecho de verdad.