lunes, 11 de enero de 2010

Miembros

Si supiera arrancarme el cansancio
con dos linternas apagadas, no habría ya
indicios de que fui plomo en el viento.
Tanto querer olvidar que no hemos
hecho el mal, que los errores han pasado
página, que pertenecemos a un calor
pegajoso de julio -donde hasta las sábanas
son rituales de burla y desprecio-,
ha terminado por partirnos las tablas
de los pensamientos.
Esta contínua dentera de haber vuelto
los ojos del revés como único símbolo
de belleza y esperar a que las últimas
ciudades se vistan con chorreras
por los brazos, ya me cansa los dedos.
Miembros y más miembros por donde
se fagocitan los olvidos y los "yo también
he dicho que no quiero comer más".
Plaza enorme de mentiras para cerrar
la boca y no dejar que velen los sueños
en pizarras de luto. Tanto hueco me
deja seco el aliento y estos secretos
son como cerdos ahogados por descuido.

*Para mi amiga Pilar. (Perdona mi osadía)

1 comentario:

Pilar dijo...

No tienes que disculparte por nada, sólo quiero agradecerte que te hayas acordado de mí :) Porque no lo estoy pasando bien y no tengo más refugio que tus palabras.. UN beso enorme