Hay más miradas en los simulacros
de mirada de los ojos pelirrubios.
Cánteme plegarias con el sueño
invisible de no despertar de este día
que tiene las mentiras contadas.
Si aún puedes recordar aquellas tardes
que fueron alumbramientos en mitad
de un hueco, es posible que te queden
días por asir -risa brevísima-
unos
labios
otros
dedos.
Y más fuerte yo apagaré las velas
de la noche para que no te suicide
el grito último de la entera corrida.
2 comentarios:
me duele tu risa porque escondo al niño en el vientre y muestro al monstruo con des-caro.
[dame un día por asir, escríbeme al correo, álvaro]
me gusta tu blog :)
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