Tienes el
pulso equilibrándome la sed.
Tarde o
temprano las noches vaciarán
sus redes de
grillos atormentados
para dar
ortigas al sueño que los envuelve.
Dirás que
tiemblo y que callo, que tengo
tantas rarezas
como dedos, que asomo
la cabeza
por la rueda de la inquietud
como una
rápida tortuga para esconderse.
Vigilas el mar
de algún beso
por si no
tuviera suficiente el hambre
con esas
torpes letras que alimento
de sal y a
las que reinvento, a veces,
de su misma
necedad.
No dejes que
amargue tus ojos
ni que
sulfate tu artificial llanto
o que tu
llanto verdadero cuelgue
de sí mismo
el peso de la tormenta.
No quieras
verme necesitándote
ni mucho
menos necesitando
decírtelo.
3 comentarios:
M enudas sensaciones que creas...
A trapan, me atrapan, me agradan...
G ran lenguaje, con magia...
N i te imaginas como 'algo' recorre mi espalda al leerte...
I ncluso por dentro, me remueves...
F atuo día tuve, llego y me encuentro con tus palabras...
I ncreíble adicción a tus textos...
C omo niño a sus juguetes...
O rdenas letras sin que me pasen de largo... gracias...
como dije en vertical y en mayúsculas:
MAGNÍFICO
un agrazo
y mil gracias
Miguel
donde están tus palabras?
entro a menudo para ver que tu silencio se ha roto, pero sigues mudo, y con ganas de que lo rompas, y me lleguen tus palabras
miguel
Miguel, no sabes lo satisfactorio que es entrar en el blog -tras larguísima ausencia- y encontrar comentarios así. Hoy rompo el silencio, no sé por cuánto tiempo ni por qué. Pero lo rompo. Y espero que esté a la altura de lo que creo que puedo decir después de tantos meses.
Me parece increíble (pero "magnífico") que alguien pueda sentir semejantes cosas leyendo lo que escribo. No tengo palabras.
Un abrazo enorme y gracias a ti por no haber abandonado el patíbulo...
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