La pasarela de la vida es una foto
reciente que invita al pasado
-decrépito y enfermizo-
para recordarte las noches en vela
descosiendo sin parar amor y sexo
como en una tangente nebulosa
a la que no llega la prensa neoyorquina.
El olor del café,
el de los casetes gangosos,
el del atardecer azul,
deja el reguero exacto de aquellos
a quienes quisimos parecernos
(el arcoíris tiene forma de cereza)
y a quienes, finalmente, nos parecimos.
Todo lo que sé
ha cambiado de sitio.
3 comentarios:
...eso es lo que siento, que necesito cambiar de sitio, me ahogo, me noto raro, y mi arcoíris destiñe... ando brindando por el blanco y el negro, y no me gusta... Miguel
Hola Álvaro.
Tu poesía me gusta mucho. He leído más de una vez poemas como Vuelta, Canción Marinera, Espiral, Con-Versos y Desazulado. Son hermosísimos!
Un saludo desde São Paulo, Brasil!
Ivan
Miguel e Iván (orden de llegada a la entrada), muchísimas gracias por estar. Por dejar y por leer. Porque sigáis para dar luz.
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