miércoles, 16 de octubre de 2013

Orgía

Me iba porque la inaguantable sirena
desamaba pronto el ojo viudo
de mi cuerpo. Acaso pueden las olas inclinarse
ofreciendo detalles macabros de sus peces,
la luz neutra que repelen los pinceles,
el hueco que desprecian los humanos.
Sin querer hemos partido hacia el verano
inerte que reflejan tus lágrimas
y pienso -ciegamente- que adorar adioses
no tiene ya el presagio de algún amor obsceno
que contempla lo hermoso y lo cuestiona.
Vuelves inerme a este lupanar
dispersando el espacio y la apariencia
para que al menos, entre imagen y memoria,
puedas desnudar el ancho de la noche.

jueves, 15 de agosto de 2013

Fuga menor

La pasarela de la vida es una foto
reciente que invita al pasado
-decrépito y enfermizo-
para recordarte las noches en vela
descosiendo sin parar amor y sexo
como en una tangente nebulosa
a la que no llega la prensa neoyorquina.
El olor del café,
el de los casetes gangosos,
el del atardecer azul,
deja el reguero exacto de aquellos
a quienes quisimos parecernos
(el arcoíris tiene forma de cereza)
y a quienes, finalmente, nos parecimos.
Todo lo que sé
ha cambiado de sitio.

lunes, 12 de agosto de 2013

Hueco del mar

Vendrás a olerme los ojos
como cuando a los triángulos de luz
le quitas las espinas y ya no hay vértices
sobre los que apoyar tu deseo.
Dirás que mi única resistencia
es insatisfactoria como también lo es
la blandura que desprenden tus labios
o el efímero cartón que llueves
con lágrimas de entonces.
Yo abriré el mar
para encerrarme dentro.
Habrá unos brazos alambrando
la mentira para que a todas las horas,
solo y embebido por la noche,
vuelvas con otras manos
a vaciar la cisterna
que agarraste a mi cintura.

lunes, 29 de julio de 2013

Esquivar

Preguntaron por tus labios
cuando aún la tarde no había manchado
de sangre las hamacas del desierto.
Hubo el mismo silencio que se siente
cuando el espacio inclina sus relojes;
(no es ya tan grande la distancia
ni el ojo del mar engulle sus salinas)
es miedo sin más.
Lo curvo del deseo abrasaba
a disparos el último sigilo
y los grillos esperaban tendidos al sol
conmemorando otro entierro
de palabras
para que, al fin, las preguntas
cayeran como trompos al anochecer.

martes, 25 de junio de 2013

Espiral

La delgada rosa de tus labios
no supo aún que hay manos de arcilla.
Con evitar la destrucción no evitabas
la sombra que regaban mis deseos
emergida desde la raíz oscura
que asola razón y muerte.
Yo te pedía más de mí
ensuciando el sonido
de todo cuanto no era,
repartiendo a manos llenas
la cal que dejó tu mentira.
Romper el agua es nada
si no tienes peces
a quien dar libertad.

jueves, 20 de junio de 2013

No escribo para cambiar el mundo...

No escribo para cambiar el mundo
porque, tal vez, el mundo no quiere cambiar.
Nos duermen con las nanas envenenadas
que alguna mano zarandea de vez
sin cuando
para tapar el terror, la miseria,
la corrupción y la indigencia.
Y a cambio devolvemos al espejo
la sombra que más nos aclama,
la verdad que más nos duele,
la mentira que más nos satisface.
Hartos de parir ínfimas ideas
nos amagan con destituir el suelo
que pisamos y con la fiebre del perdón
justificamos todo ideario de defensa.
Yo no tengo las palabras mías
-que tan sólo fueron vaguedades-
para dar la primera hostia
a cuantos creyentes de la vida
pusieron la tercera piedra sobre el camino.