lunes, 25 de octubre de 2010

Bendición a la hora en que canta el gallo

El cielo cae plomizo como una dura
mancha que oprime a los transeúntes.
La ropa tiene olor a sardina y a luz.
Por el ruido de una mecedora
se adivina a los gatos lechosos
que hunden en agua sus bigotes
cachondos. Solo en lugar de sol.
(Así como el agua va llenándonos
las catedrales de sueño
también el espejismo de sal
va cubriéndonos a desengaños.)
Las ancianas buscan el calor
de Jesucristo en templos que
levantaran paganos y esclavos
mientras un sorbo de mistela
las atonta en mitad del rosario.
Nos bendicen con los buenos días.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Azucena

"Me llaman Antonio aunque a todos
obligo para que me llamen Azucena.
Si es cierto que no tengo manos
de tiburón galano será porque no vieron
mis jábegas allá en el puerto malagueño
ni mis pechos enhebrados en polainas
mal avenidas. -Yo a todos les obligo
a que me toquen los pechos-.
Que no es cierto que tome el café
con Madama Cancallosa ni con
Sita Romera; yo soy más de chocolate.
Y hundirme en la taza con los ojos
deseosos de algún majareta
que me compre papelinas rosas
y brillantes para luego escuchar
un poco a esta boca incierta.
Si es que dicen que tengo prisa
será porque ando de arriba a abajo
refregoteando sábanas y piernas,
desahuciando a los lagartos cachondos,
descosiendo el dinero y las medias,
plisando almanaques, visitiéndome
al fin que es lo que me quita las penas.
Porque no hallo tiempo, de veras,
créeme, que me bastan las cosas
simples, lo mínimo para servirte.
Si yo sólo quiero
que me llames
Azucena."

lunes, 6 de septiembre de 2010

Afines

Afines, al fin, como el que pasa
por delante y te arranca las mentiras
para dejarte vacío o mudo
como un vientre de aguadulce.
Las velas de nuez tienen
límite de espacio-tiempo
en este seis que ya es veinticuatro
para gusto de muchos
y para angustia de otros.

Hoy, protagonista de "Las afinidades electivas": http://lasafinidadeselectivas.blogspot.com/2010/09/alvaro-beltran.html

viernes, 20 de agosto de 2010

Poeta del siglo XXI

Morirás, irónicamente,
con la jácara en los labios
cantando unos versos ciegos.
De tus muslos no quedará
ni el polvo, de tus hechizos
ni la espuma, del cabello
ni las liendres...
Creerás en Dios
-por primera vez-
y habré de soñar
con la redención.
Poeta, dale tus cuernos
al dolor y baja la mirada
-una vez más-
ante el asombro
de este mundo
que no es sitio
para nosotros.

martes, 17 de agosto de 2010

Cruéscaro

La noche es un toro azul
de donde emergen sueños de espuma.
En la cama se pierden los manotazos
y de tanto mar supongo mi derrota.
Si sintieras este sudor recorriéndome
y este relampagueo de mis ojos
en un incierto destino,
te hablaría la raja de la nuez,
el verso de los giradiscos,
los pañitos de punto adornando
al giradiscos, las sábanas
"cruéscaras" de amor...
Se olvidan las rancheras
como también el asfalto
se olvida de nosotros.

jueves, 5 de agosto de 2010

Hachazo

Hachazo a lo invisible
-las líneas de lo posible van dejándonos
frente a un escaparate de sombra-
cuando ya no se escucha,
cuando ya no se siente,
cuando ya no se ve,
cuando ya no se es.
La noche se cierra
como un triste astro
mientras lloran las putas
porque la calle
tiene demasiado silencio
y el hilillo de mi voz
muere entre libélulas
de mar y bestias
de hambre incierta.

jueves, 29 de julio de 2010

Espejismo

De frente no somos tan iguales
-aunque en realidad somos espejo y tú-
cuando medimos la misma boca, el mismo
cabello, la misma sonrisa, el hambre...
Las paradas de autobuses son orgías
en decadencia que han de acostumbrarse
a las miradas furtivas y a los deseos
de poseer sin brazos y sin miedo.
Tú te arrimas al precipicio
para buscarme la similitud
en un verso o en un beso
que ha de agrandarte
las articulaciones.
En realidad no he sido tu amante
y el autobús sigue parado.

viernes, 23 de julio de 2010

Máscara

Si de nuevo volvieras, yo podría besarte
los nísperos -patio mío de patinete
y cantillo-. Tendríamos los mofletes
tiznados de tanta hambre y la sed
más fría que de costumbre. Porque
de costumbre también viven los árboles
y los columpios que penden de un hilo
y dos ramas. Yo entonces no hubiera
tenido la frente abierta ni los ojos "pupilantes"
al acecho de mi hipo, mi coco, mi nana.
Recortaría las horas con el sudor
de mi frente y mis planetas recorrerían
las manos en busca de pan y chocolate.
Si tú fueras señora de embozo,
y con la capa me deshojaras el limbo,
vendría besado y mimado con el pulso
de la palabra: máscara-mascará.

jueves, 15 de julio de 2010

La soledad tiene cara de omoplato

Rúbricas han de salvarte la vida,
tejidas y arañadas bajo el lecho de sol
de la almohada. Llevarán mi nombre tus sesos
cuando precises comerte hasta la última migaja
de esto que nos ofrecemos. Amor al fin,
debe de ser, porque no conozco mayor acierto
que tu vientre moreno acariciándome la nuez
y la fuerza con que destrozas mis lágrimas
en un cerrar de ojos perpetuo.
La mañana cae siempre que tú no estás
y yo rompo las cruces y sacrifico mi aliento
para no tener nada mío y ser sólo tuyo.
A veces los relojes quedan horas chirriando
mientras el vecino de enfrente se entrega
al desamor con papeles de tinta roja
que han de lamer los gatos en un rincón.
La soledad tiene cara de omoplato.

miércoles, 16 de junio de 2010

Gracia

Cuando la tarde aún no ha caído
y las barandillas del puente se han vestido
de sombra roja, el sonido del viento va
sembrando de laureles las ventanas;
a los niños les nacen improperios, las viudas
festejan el luto con una rosa en la palma,
el alfarero yace bajo los luminosos de zapatos...
Por Asunción cantan saetas los titirimundis
y arlequines blancos acarician el deseo
de la madre triste que no tiene pañales.
Y por el corte de luz se asoma Gracia
con una gafas de sol enormes, media
vida en su rostro y un pañuelo de seda
laureándole el cuello. Por las vértebras
de sus manos desciende el mito
que entre volantes enhebró su garganta,
prisma de un río fértil de cancioneros
y en donde muere la onda de silencio
que se la llevó en barcos de alhucema.
Alfeñique de un cantar que resucita
en su perfil de sombra bajo las astas
del sol sevillano. Su eco, aún misma
velocidad, llora con la Maredeueta
entre las barracas del pensamiento
y deja sumida su garganta en un infinito
"la" que gira por el asfalto como una peonza
de miel que cae de los labios de un
prematuro.

viernes, 11 de junio de 2010

Payaso loco

Payaso loco, quítate la mierda de tu cara
y péinate los rizos como una magdalena
gimiendo muerte y sombra delante de la cruz.
Ve con tu sonrisa al váter y vomítala;
desnútrete por dentro, descalcifícate, sácate
los premios de la boca, el mimo, el giro,
el acordeón y las canciones. Tú no eres
payaso simple, eres un diestro enfermo
con la piel untada de pretensiones
y lucecitas rojas que disparan tu
verborrea.
Cántales a los niños
si no quieres que se te acaben
las excusas para mirarme
tan de cerca y
tan fugazmente.

lunes, 31 de mayo de 2010

Trabalenguas

Sin ojos, sin manos, sin hilos
sin telecomunicaciones, sin aullidos, sin gritos,
sin sangre, sin prisa, sin antifaces, sin lastres,
sin piel, sin hiel, sin sed, sin ser, sin in.
Trabalenguas llano, vago, claro.
Pleonasmo tuyo,
dame, ¡mead! y hazme repetitivo
cual archisonido "sojonis".
Polar bisexual ¡oh llanto de los gitanos!
Sin sabor no sabrás
que no esperar
te agranda más.

miércoles, 12 de mayo de 2010

En punto y a punto

He encontrado naranjas debajo
de tus ojos. Si no me dolieran las cuencas
a cítrico pensaría que esto trata de una misa
a la que le faltan nervaduras que cantar.
Porque el destierro me ha venido de pronto
y las sábanas no están permitidas como
lámpara de wolframio. Tienes la raya
de lo invisilbe dibujada en los cinco dedos
y un esqueleto colgado del fémur o de otro
hueso que ahora no conozco.
Si es tarde, vendré a las doce y no a las tantas.
En punto, como los hijos que van muriéndose
en derredor de un brasero de tizne y hedor
y no auguran esperpentos ni creencias.
Pero se mueren a en punto y a punto.
Como nosotros también cuando olvidamos
que los sacerdotes han levantado sus túnicas
para el éxtasis del perdón y entre sus obleas
han derramado el flúor del arrepentimiento.
Iremos desfilando de uno de uno
porque el pasillo dícese diminutivo
para no emprender el viaje antes de lo previsto.

jueves, 29 de abril de 2010

Conversaciones

No paro de golpear los ataúdes
pero en vano la carne está podrida
y no hay nada que hacer. Cuando podías cantar fados
te escupían las ratas milongas henchidas con el clamor
de sus dientes. Todos los días vine a traerte flores.
Si quisieras mejores galas te habrías vestido
con un traje de langosta pero no quisiste gastar
ya más. Me quedan razones para convencerte
pero en el fondo quiero casarme contigo
porque me sobra la bondad y un insecto en los labios.
Han venido hasta aquí las tribus de niños observados
por ojos lascivos y han orinado en tu lápida
porque el tiempo no nos daba tregua. Y el calor,
créeme, no puedes aguantarlo cuando llevas un hijo
dentro. Si es la hora del café, si es la hora de morirte,
si es el momento de traerme al hemisferio...
Mírate. Estás sucia porque no quieres que yo te lama
las heces pero sin embargo no dudas en esconderme
la manía tuya de enamorarte de cuantos quieres.
No me importa. Estaremos de luna de miel cuando
todo haya pasado y la luz maldita deje de iluminar
esta cáscara de limón en derredor de tu cama.

miércoles, 14 de abril de 2010

Elegía

Se la llevó su último hilillo de voz,
tenue y triste en la noche cerrada
con las manos frágiles y el pelo blanco
de tanto amar -pura y cristalina-.
Oriunda vuelves a la tierra tuya,
tan cerca de la mía, con los ojos
cansados de mirarte las entrañas
del dolor y en tu frente se adivinan
los años en que fuiste aceitunera
de vértebras y señora de luto.
Láquesis cosió tus enaguas con
el tafetán de sus ojos y puso la herida
en tu cintura. Que ya el jacinto
se consume como un sol sin primavera
y han venido las madres a llorarte
con el aliento seco en el ocaso.
Quisieran germinar mis dedos
para acercarme a la raiz de tus
mejillas y no alcanzo más que a unos
versos que quizá leas postrada
y serena en la silla del celeste mar.

* A Mª Teresa Gálvez.

martes, 6 de abril de 2010

Títeres de luz

Los días de después hay miedo
y júbilo. Cantos largos y enteros han
de descomponerse en las bocas húmedas
de las viejas de rodete y abanico.
En la mesa se sirve la cal del muerto
y a las cinco en punto el paladar se
reviste de un humo silencioso y dañino.
Decóranse las caras con el pincel
de la desidia porque ya no son rostro
ni faz ni redención. Sólo ya viejas
y un sepulturero atractivo que las
seduce. Títeres de luz que decapita
y permite susurrar hartas de calor,
putrefactas de ser,
de estar,
de parecer
y de copular.

jueves, 25 de marzo de 2010

Nana de la pimienta

Hace tiempo que no te veo
-cual aceituna prieta te recuerdo-.
Y me tienes cieguecito, niña,
cuando dices que puedes dañarme
o llenarme la cabeza de cosquillas.
Pero a mí no puedes engañarme
aunque te pongas seria o roja
entera de fiebre y condimento.
En tu esfera se crían las vísceras
del dolor y tienes hambre de niños
que te pidan, de mesas que te acunen,
blanca, negra o como te vistas.
Nanita, cursi nanita deambulando
por el suelo. Piperácea muda,
vente a mi boca y escúpete
veloz para -sinsaberlosiquiera-
volver a la India cargada de barcos
con la sed llena de tu desprecio.

martes, 9 de marzo de 2010

Simposio matutino

Abre tu pecho como una mazorca
de pieles rizadas y deja tu camisa al aire,
desabotonada por costumbre, sabiendo
que miran tus pulmones de cerca.
Si a veces te sacas un melón de la cabeza
-como un acróbata demente saltaré-
o unas uvas pasadas quieren comprarte,
deja a las pobres soñadoras con un hilo
de sangre; que no te priven de crucifijos
ni de peso. Préñalas con tus caracoles,
dales más ojales al descubierto para que
también la respiración les sepa a fruta.
Si se olvidaran de tu nombre, cuélgate
una parra y que luchen a manotazos
por conseguirte seco y podrido, vacío
de esposa e hijos, único en un antro
donde la humedad las tenga retenidas
de por vida. Enséñales los pleonasmos
como si de un misterio se tratase
y bájalas hasta el sótano para nunca
dejarlas con la cal en los huesos. Cura
las manchas de sus arrugas con el otro
entero envés de tus nalgas en un
melancólico batir de manos al aire.

martes, 2 de marzo de 2010

Dialectalismos de la muerte

Es cierto. Estoy muerto.
(Silencio, silicio, silencio).
La banderita del taxi ya se ha bajado
y tengo las ojeras más cerca de ti.
A veces un nudo basta para no ser
el bramido de la luz y entre nosotros
la vainilla se lame a pistoletazos.
Siembro los "guellos" de mal
para que tú y mis yoes múltiples
veamos que no han chistado los
huesos.
Que se quedan a vivir mis miedos
y tus pocas decisiones de privarme.
Mientras haya silencio también
habrás de quitarme la vida, mudo
si acaso de violentas embestidas.
Tendrá la muerte mi rojo vestido.
Y el epidídimo sangrante de amar
con el íntegro de mis órganos.

martes, 23 de febrero de 2010

Calcomanías

No siento si la oscuridad me deja
con el aliento colgado de una antena
o si el pálpito no puede palparse.
Que si a veces he sufrido ha sido por
no dejar de pensar en nosotros,
en esta ruleta de aire que circula
como un papagayo azul en tu aorta
y se desorienta con el ruido mismo.
Minusculísimo enfado el que siento
si dejas la voz tuya en un único
cementerio y no vienes a consolarme
con transfugadas caricias, perlas,
escombros, sábanas o pañuelos.
Pero insistes con la barbilla intermitente
y arrancas de un soplo mi furia
y mis sentimientos. Haces calcomanías
de risa con un poco de tus ojos y
siento que te debo la vida, o dos vidas,
porque de ti han crecido las primeras
lluvias que dejan el rastro del olor
a pueblo mío y a ciudad tuya.

* Para Uve.

viernes, 12 de febrero de 2010

Ponete

Así, ponete a la luz para que pueda olerte
-guano mío que das valor al círculo
donde desaguamos-. Pelirrojísimo habré
de girar en vos, muertito y relindo con
la voz rehilada, jugando al tan tan del
pequeño sonido del niño hambriento.
Has de saber que allá en Río ya no están
ni los mosquitos ni la fiebre de la que
pudiste prenderte pero en cambio
queda el recuerdo de Adelita con su
vestido de seda. Y los saludos con que
calmás mis instintos. Dejuramente,
ya hayan pasado los días y el olor tenga
forma de mujer, y el café turbio de la
plaza se habrá extinguido de mis ojos.
Pero en cambio, acá estás, al sol,
sin olerme demasiado, dándome
la espalda y repitiendo que somos
el principio de un mismo berretín
donde no todo lo que parece es de oro.

sábado, 30 de enero de 2010

Sonorización última

Has visto en mí todo lo que
un perdedor desearía: los dientes
ancianos y una luz oscura en las
pestañas. Cuando aún crees verme
deshilando la pluma del veneno,
pago por adelantado el primer
camino que me desvela del sueño.
Si pudiera no esperar a engendrarte
con cieno en los brazos, te avistaría
para enterrar la última imagen que
nos perpetrase. Y ya no serías
más un poco de trigo sino las mismas
tripas del dolor que necesita, que
aprende a rezar padresnuestros
y desconoce la duda,
y maltrata,
y seduce,
y acorta,
y mata,
y nada.

martes, 26 de enero de 2010

Un poema para ser leído en el tranvía

En estas cosas, Tula, debemos de ser
sólo el deseo de creernos necesarios,
que únicamente nos importe la preocupación
de estar frente -etnerf- a la humillación
como quien contempla un cuadro blanco.
No está permitida la burla porque
también la burla es conocimiento; y
el conocimiento tan sólo es la base de
todos los pretextos racionales.
Hay que mirar libre como un
"espantaralospájaros", con la seguridad
de que en el abismo del hueco no
se ensordecen palabras ni hay rumores
de gestos, cucarachas, litros de miopía,
ni tampoco paraguas que nos avinagren.
En todas estas cosas, las barreras de
la duda no existen, la ciudad no es más
si nosotros tampoco lo somos.
¿Para qué seguir agrandándonos
con la punta de los lápices si más turbias
-dos con nos- se han hecho las liendres
de estas pupilas ya óxidas?
Tula, en esto de reorganizarnos no es
nada sencillo darte por muerta.

domingo, 24 de enero de 2010

Risa brevísima

Hay más miradas en los simulacros
de mirada de los ojos pelirrubios.
Cánteme plegarias con el sueño
invisible de no despertar de este día
que tiene las mentiras contadas.
Si aún puedes recordar aquellas tardes
que fueron alumbramientos en mitad
de un hueco, es posible que te queden
días por asir -risa brevísima-
unos
labios
otros
dedos.
Y más fuerte yo apagaré las velas
de la noche para que no te suicide
el grito último de la entera corrida.

martes, 19 de enero de 2010

Des

Des.
Espero.
Des.
Tino.
Des.
Pierto.
Desde Martes a Martes.
Des.
Nutrido.
Des.
Amado.
Des.
Centralizado.
Desde Domingo a Diciembre.
Des.
Concertado.
Des.
Huesado.
Des.
Fonologizado.
Des.
Lenguado.

lunes, 11 de enero de 2010

Miembros

Si supiera arrancarme el cansancio
con dos linternas apagadas, no habría ya
indicios de que fui plomo en el viento.
Tanto querer olvidar que no hemos
hecho el mal, que los errores han pasado
página, que pertenecemos a un calor
pegajoso de julio -donde hasta las sábanas
son rituales de burla y desprecio-,
ha terminado por partirnos las tablas
de los pensamientos.
Esta contínua dentera de haber vuelto
los ojos del revés como único símbolo
de belleza y esperar a que las últimas
ciudades se vistan con chorreras
por los brazos, ya me cansa los dedos.
Miembros y más miembros por donde
se fagocitan los olvidos y los "yo también
he dicho que no quiero comer más".
Plaza enorme de mentiras para cerrar
la boca y no dejar que velen los sueños
en pizarras de luto. Tanto hueco me
deja seco el aliento y estos secretos
son como cerdos ahogados por descuido.

*Para mi amiga Pilar. (Perdona mi osadía)